Archivo de entrevistas: María Elena Pérez Algorta

Archivo de entrevistas: María Elena Pérez Algorta

Archivo de entrevistas de la Editorial Camus. En esta oportunidad entrevistamos a María Elena Pérez Algorta.

Revista Borradores n.º 5 - 2018

Camus: Como egresada de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (emad), has participado en múltiples experiencias de teatro, cine y televisión. ¿Cuándo nace tu vocación por la docencia? ¿De qué manera?

Mi vocación por la docencia nace, en principio, como una necesidad de ganarme la vida. En este país, vivir solo de la actuación es una gran utopía. Son contados los actores que tienen ese privilegio, por lo tanto, al egresar de la Escuela de Arte Dramático, salí a buscar trabajo y tuve mucha suerte de cruzarme con la Mtra. Norma Peralta, directora de una Escuela Pública de Montevideo, quien quiso integrar el teatro a las actividades de sus alumnos.

Me lo propuso, y fue así que comenzó mi carrera docente, hace ya 25 años, gracias a los padres de los niños que, a través de la Comisión de Fomento, financiaban esa actividad.

Mi vocación aparece, entonces, en el ejercicio mismo de la docencia. En el gusto del encuentro con esos chiquilines, que corrían los bancos del aula una hora por semana para dar espacio al teatro.

Camus: ¿Por qué actriz y profesora de teatro? ¿Cómo concibes esta relación actriz–profesora? ¿Se filtra en la docencia? ¿De qué modo?

Soy actriz y profesora de teatro. Después de todos estos años, no puedo imaginar una condición sin la otra.

La docencia nutre muchísimo mi ser actriz. Aprendo muchísimo en ese intercambio, en la observación de los procesos, en la puesta en práctica de las dinámicas.

Y también creo que la actriz le brinda a la docente una serie de códigos comunicacionales que, a la hora de dar los talleres, son muy efectivos; como una buena proyección de la voz, el uso del espacio, la mirada, la entonación, etcétera, elementos imprescindibles a la hora de vehiculizar contenidos pedagógicos.
Creo firmemente que en toda carrera docente se debería enseñar teatro.

Camus: Desde tu perspectiva, ¿qué puede aportar la enseñanza del teatro a la educación media? ¿Qué le aporta este aprendizaje al estudiante de enseñanza media?

El teatro le aporta a la persona en cualquier momento de su vida. Es una experiencia riquísima de crecimiento personal. Es un arte colectivo y esto permite el aprendizaje de dos roles fundamentales: ser actor y ser espectador.

Este es uno de los aspectos más importantes del teatro, porque la dimensión de actuar para otros exige un buen grado de aceptación de uno mismo para exponerse a la mirada de los demás y el hecho de ser espectador conlleva el desarrollo de una mirada atenta y sensible con un alto grado de tolerancia.

Este juego rotativo es integrador y contribuye a combatir estereotipos.
En esa dialéctica, el teatro aparece como una expresión artística que aumenta las capacidades de observación, reflexión e imaginación.

Si pensamos en la edad de los alumnos de la enseñanza media, en particular, estos elementos contribuyen de forma muy positiva en su desarrollo.

Camus: ¿Qué lugar ocupa, actualmente, la enseñanza del teatro en la educación media? ¿Qué dificultades y qué avances identificas, en este sentido?

En la educación media privada, el teatro aparece, en algunas instituciones dentro del Espacio Curricular Abierto (eca) o como taller extracurricular, no obligatorio. En el ámbito público, solo aparece por iniciativa de algunos profesores de Literatura, que aprovechan la disciplina para el acercamiento a algunos textos.

Sería interesante que el teatro fuera integrado al currículo como soporte de otras materias. O como materia en sí misma. Es una disciplina integradora, que permite vehiculizar contenidos pedagógicos de distinta índole además de que promueve la comunicación y la integración de los grupos. Entrena la escucha mutua y la conciencia colectiva.

Camus: ¿Se necesitan condiciones innatas para aprender teatro? ¿Cómo se aprende teatro?

No se necesitan condiciones innatas, sí se necesita una gran disposición. Un estar habilitado, animarse al juego, salir de sí, compartir y formar parte del colectivo.
El teatro se aprende en la práctica, en la vivencia, en el encuentro con el otro, en el desarrollo de la imaginación y la capacidad de crear juntos. En la franqueza para asumir y enfrentar las inhibiciones.

Camus: ¿Cómo describes el perfil de los estudiantes que optan por esta formación en el bachillerato? En general, ¿le gusta el teatro al estudiante? ¿Cómo fomentar el gusto por el teatro? ¿Por qué?

Hay estudiantes que eligen la orientación porque tiene una vocación artística definida y muchos de ellos se enfrentan a la negativa de sus padres que no aceptan que estudien esa orientación, porque no ven una salida laboral. El tema es que la mirada social sobre el artista hace que muchos no valoricen la orientación como tal.

Otros la eligen por descarte, porque existe el mito de que el Bachillerato Artístico es más fácil. Y eso no es real, no es una orientación más fácil que otras, ya que el arte implica a la persona en su totalidad, por lo tanto la disposición al trabajo de parte del alumno hacia las materias como teatro, música, danza, comunicación visual, etcétera, despierta y exige otras dimensiones del estudiante que necesariamente se tienen que poner en juego para cursarlas.

Creo que la modalidad de aprendizaje de estas materias da lugar a confusión, ya que generalmente se trabaja en dinámicas de taller, fuera del aula, sin tanto material teórico, y eso aparenta ser más sencillo.

El teatro, en mi experiencia, es una materia que gusta mucho a los estudiantes. No he tenido, a lo largo de estos años, grandes resistencias de parte de los alumnos. Por el contrario, la reciben con disfrute y, en general, es muy bien evaluada. Por su dinámica, crea gran cohesión en los grupos y les permite verse y conocerse entre ellos, de una manera muy diferente a las otras materias del núcleo común.

Para fomentar el teatro, hay que acercar a los estudiantes a él, ya sea yendo a los teatros o llevando obras a los centros educativos. La oferta es muy amplia; hay muchísimas obras en cartel y muchos descuentos para estudiantes.

Camus: En pocas palabras, ¿por qué teatro y educación?

El teatro es una herramienta pedagógica por excelencia, implica a la persona en su totalidad, desarrolla la sensibilidad y la imaginación, crea un espacio de reflexión y promueve una mirada crítica.

Pone en juego el cuerpo desde la acción y la emoción, implica la subjetividad y la singularidad de la persona para volcarlas en pos de un colectivo.

Ha subsistido a lo largo de siglos, a pesar de la avalancha de los medios de comunicación, porque nada sustituye el encuentro directo entre actor y espectador, la adrenalina que provoca el compartir el aquí y ahora, el respirar juntos en ese espacio que nos convoca.

En estos tiempos desestructurados, individualistas y vulnerables, el teatro propicia el encuentro, con un mismo y con el otro, y puede conformarse como una herramienta poderosa de cualquier proceso educativo.

María Elena Pérez Algorta

Actriz egresada de la Escuela Municipal de Arte Dramático «Margarita Xirgú» en 1990. Comenzó su actividad teatral en 1985, en el «Pequeño Teatro de Durazno», desde ese entonces, y hasta la fecha, ha trabajado en forma ininterrumpida en diversos espectáculos teatrales, con directores como Elena Zuasti, Nelly Goitiño, Eduardo Schinca, Juver Salcedo, Mariana Percovich, Jorge Denevi, Gabriel Calderón y Domingo Milesi, entre otros.

Ha participado en diferentes producciones nacionales e internacionales de cine y televisión, con directores como Beatriz Flores Silva, Álvaro Buela, Esteban Schroeder, Diego Arzuaga, Daniela Esperanza, Guillermo Casanova, entre otros. Ha sostenido una formación permanente realizando cursos y seminarios con docentes uruguayos y extranjeros como Ricardo Bartis (Argentina), Alejandro Catalán (Argentina), Ciro Zorzoli (Argentina), Danielle Finzi Pasca (Suiza), Guillermo Heras (España) y otros.

Desde 1991 coordina Talleres de expresión teatral y corporal para niños y adultos en diversas instituciones educativas públicas y privadas. Fue docente de Expresión Corporal en la Licenciatura de Educación Inicial de la Universidad Católica Dámaso Antonio Larrañaga entre 2000 y 2013. Coordinó el Proyecto de Arte del Colegio Seminario durante 2005, 2006 y 2007.

Actualmente es docente de Teatro y Expresión Corporal en los Bachilleratos Artísticos de las siguientes instituciones: Preuniversitario Juan XXIII y Colegio Santa Elena. Y desde 2015 dirige su propio Estudio de Actuación.

Regresar al blog

Deja un comentario