Educación emocional en la escuela

Educación emocional en la escuela

Fragmento de artículo n.º 2 Educación emocional en la escuela de la publicación INFANCIAS siglo xxi: Límites y educación emocional. 

Educación emocional en la escuela

autora:
Florencia Poggi

 

¿Qué es la educación emocional?


En principio podemos decir que se trata de una educación que busca construir y crear hábitos emocionalmente sanos.

Hace ya unos años que ha estado circulando en el ámbito profesional docente, la incorporación de la educación emocional. Su avance e incorporación en las escuelas es sorprendente y nos invita a reflexionar.

La presencia que ha adquirido en los últimos años, se ha dado por el impuso de la creciente capacitación al respecto y, hasta, por qué no, de cierta moda. Sin embargo aunque muchos estamos convencidos de la importancia de educar las emociones, como educadores no estamos todos representados en este ideal, dado que aún no forma parte del currículum. Entonces todavía forma parte de decisiones institucionales y personales/profesionales.

Pero… ¿Por qué incorporar este tipo de prácticas educativas en el ámbito escolar?

Porque:

  • La educación es un proceso caracterizado por las relaciones y los fenómenos sociales.
  • Debemos educar de manera integral­.
  • Enseñarles a conocerse a sí mismos es la base de otros conocimientos.
  • Ayuda a resolver conflictos y enfrentarse a ellos.
  • Existen relaciones entre las emociones y la salud.
  • La parte emocional del cerebro influye en lo racional.
  • Los procesos emocionales pueden bloquear procesos cognitivos.

Invito a que este sea un camino en nuestra práctica docente: animémonos a buscar, y ser como decía Stenhouse investigadores docentes y crear nuestro diseño curricular institucional como directivo y para el desarrollo de este dentro de las aulas como docentes.

En el nivel inicial y primario, estamos en los primeros años de formación de la autoestima. Entonces el cuidado y protección de la autoestima de nuestros alumnos, también es parte de nuestra tarea como educadores.

Esa fragilidad merece ser educada con respeto y profesionalismo. La educación emocional, permitirá trabajar en el eje de cuidado de la autoestima del niño y además el enseñarles herramientas para su vida social. Si bien la familia es la primera responsable de velar por la autoestima de sus hijos nosotros los docentes somos adultos muy significativos para ellos, por eso todo lo que hagamos y el modo en que lo haremos, sentarán bases en esa persona, que hoy es un niño.

La mejora de la enseñanza por medio de la investigación y desarrollo del currículum se produce gracias a la mejora del arte del profesor, no por los intentos de mejorar los resultados de aprendizaje pretendidos de antemano. Pero tal concepción artística no es la manifestación de la espontaneidad o de la improvisación, sino que implica una concepción del currculum, que, como tal, invita al profesor a probar ideas y alternativas (Stenhouse).

UN BREVE RECORRIDO HISTÓRICO 

Ya en la cultura de la Antigua Grecia, donde se esboza el primer código curricular clásico, los filósofos ya desarrollaban un ideal pedagógico construido en tres pilares básicos: intelectual, estético y moral.

Pitágoras, no solo desarrollo su famoso teorema, lo más importante de su filosofía fue el concepto de armonía. Si ya en la cuna de la polis, circulaban estas ideas sobre las emociones como piedra fundamental de la educación, amerita que en el siglo xxi, volvamos a traer este ideal en un mundo: touch, globalizado y automatizado. Y la escuela es un lugar donde los niños además de desarrollar competencias cognitivas y técnicas, pueden a educarse emocionalmente, a través de nosotros como formadores, para desarrollar:

  • Competencias relacionales: que son aquellas que permiten interactuar con los demás de manera adecuada.
  • Competencias emocionales: que son aquellas que permiten sentir las cosas, experimentar emociones y responder en consecuencia.

La educación emocional hoy, debería ocupar un rol muy importante en los sistemas educativos, especialmente apuntando a crear hábitos emocionalmente sanos. Y la escuela mantiene un formato sistemático sostenido en el tiempo, dado la cantidad de años que esos individuos transitan por el sistema educativo, que puede proporcionar formación de estos hábitos de manera cotidiana de manera continua. Es un ambiente ideal para recibir esta educación: está dado por profesionales, nosotros los docentes, se da en un ambiente constante y de práctica diaria, sostenido durante el desarrollo de la vida abordándola desde la primera infancia, en su ingreso al nivel inicial y acompañando esto en las diferentes etapas evolutivas siguientes que abordan el nivel primario y secundario.

Aunque el currículum oculto exista desde que Jackson nos aportó sus investigaciones, la lectura de ese currículum oculto es la que nos permite dar focalización a la importancia de incluir formalmente la educación emocional en la escuela, por todo lo que permite un clima institucional y áulico educando en emociones. Esto construirá los pilares del aprendizaje integral.

La Comisión Internacional sobre Educación (Informe Delors 1999 Unesco) para el siglo xxi propone 4 pilares sobre los que debe organizarse la educación a lo largo de la vida:

  • Aprender a conocer
  • Aprender a hacer
  • Aprender a ser ( Inteligencia intrapersonal)
  • Aprender a convivir ( Inteligencia interpersonal)

En un documento de investigación sobre la formación de educación emocional en el profesorado, una de los contenidos que designa el programa es en el punto 7, donde describe:

La teoría de las inteligencias múltiples. Los estudios de Howard
Gardner.

Las inteligencias múltiples: cinética, musical, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal, intrapersonal. La inteligencia intrapersonal e interpersonal como fundamento de la inteligencia emocional. (Bizquerra, 2005)

Howard Gardner fue quien desarrollo la teoría de las inteligencias múltiples, y eso afirma la posibilidad de desarrollo en mayor o menor medida de ellas. Lo que no quiere decir que no sea importante educar para optimizar a todas.

Entonces los pilares propuestos en educación por Unesco, «aprender a ser» cultivar el aprendizaje de las experiencias que favorezcan la inteligencia intrapersonal: como capacidad de construir una percepción precisa respecto de sí mismo y de organizar y dirigir su propia vida.

Y el pilar del aprender a convivir, cultivando las emociones que favorezcan la capacidad de entender a los demás e interactuar eficazmente con ellos. Dos grandes aprendizajes que, nosotros como adultos, sabemos que son fundamentales, pero los niños no. Por eso creo que es necesario incluirlo formalmente en las aulas de jardín y en el sistema educativo.

«El propósito de la educación es lograr que los niños quieran hacer lo que deben hacer» (Howard Gardner).

En términos de adquisición de competencias la escuela viene proveyendo a los niños de:

  • Competencias cognitivas: asociada al saber y el conocimiento.
  • Algunas competencias técnicas: asociadas al saber hacer y a todo lo relativo a las habilidades técnicas.
  • Con menos jerarquización competencias relacionales: aquellas que permiten interactuar con los demás de manera adecuada.
  • Y sin demasiada relevancia formal ni curricular competencias emocionales: aquellas que permiten sentir las cosas, experimentar emociones y actuar en consecuencia.

EL COMPROMISO DE LOS MAESTROS CON EL DESARROLLO DE LA DIMENSIÓN EMOCIONAL

Ser docente o ser alumno es un rol.

Estos roles se vinculan también desde las emociones que aparecen en el proceso educativo.

Por eso la educación emocional debe ocupar un lugar importante en los sistemas educativos porque esta fuertemente vinculada a los procesos de aprendizaje y de vida.

Incluso los aportes de las neurociencias apoyan estas cuestiones.

El cerebro límbico se forma en la gestación y ya trae emociones primarias básicas que son:

  • Alegría
  • Tristeza
  • Asco
  • Enfado
  • Miedo
  • Sorpresa

Las emociones están con nosotros desde que nacemos: alegría, tristeza, asco, enojo, miedo, sorpresa: las llamadas emociones primarias con las que venimos. Por eso, tenemos que aprender a expresarlas. Nosotros, los docentes, podemos enseñarles cómo dar respuestas según la emoción que sientan, de eso se trata la educación emocional. Y, a la vez, es importante enseñarles: «No puedes expresar todo lo que sientes en cualquier lugar y a cualquier persona».

Nuestras propias emociones expresadas en las salas con nuestros alumnos también proporcionarán mejoras en los vínculos, por ejemplo:

  • cuando yo sonrío a alguien, lo calmo…
  • cuando yo uso mis manos educadoras con amor y calma, ese niño se siente bien tratado y estimado;
  • cuando uso la música y el humor, la salud mejora notablemente (está comprobado científicamente), entonces, no hay ninguna duda de que estos atributos presentes en un aula mejorarán los vínculos.

El aburrimiento dentro del aula es devastador para el cerebro; diferente a esto es crear entornos que generen curiosidad: intencionalidad lúdica en lo discursivo de nuestras propuestas, estimulación para que los niños conversen, dinamización de los tiempos didácticos, experiencias de investigación-acción.

El cerebro tiene que estar en acción, pero en un aula aburrida el cerebro se retrae. Entonces podemos decir que las emociones son contagiosas. Es como una red de wi-fi. En esta alegoría uno es responsable de su propia red y puede poner «modo avión» cuando sea necesario. Esto implica generar otro tipo de acciones y compromisos. Entender que es importante enseñar a ser responsables del propio estado emocional y no del de otro.

 

Todas las emociones pueden estar en el aula

Un maestro debe considerar que todas las emociones son legítimas, todas sirven para algo.

Debemos prestar especial atención en decirle a un niño: «no podes enojarte por eso», o «no podes llorar por eso»; por el contrario, la propuestas es validar sus emociones, pero enseñar a dar respuestas a aquellas, de un modo adecuado al contexto y la buena convivencia.

Un dato muy importante es que hay emociones secundarias (adquiridas mediante el aprendizaje, en cómo fuimos educados):

  • La culpabilidad
  • Los celos
  • La desconfianza
  • La vergüenza, etc.

Emociones que generalmente son las que más sufrimiento trae a las personas, esto pone de relieve la magnitud de la importancia que la educación emocional podría aportar en la adquisición de educar estas emociones secundarias adquiridas.

Justamente existen emociones en segundo plano o estados de ánimo: emociones que se convierten en pensamientos. De más está decir todo lo que deviene de un buen o mal estado de ánimo y la relación que mantengamos con aquellos.
Evitar ya no es el camino, el camino es aceptar todas la emociones, educar nuestra mente, y para eso la educación emocional garantiza esto, en dos dimensiones: profesionales preparados para hacerlo: docentes, y aportes disciplinares específicos desde la neurociencia, las prácticas mindfulness, la sociología, piscología cognitiva, entre otros.

CONCIENCIA EMOCIONAL
  • Ser consciente de las propias emociones.
  • Identificarlas correctamente y ponerles nombre.
  • Comunicarlas en forma verbal y no verbal.
  • Conocer los detonantes.
  • Captar el clima emocional de un entorno.
REGULACIÓN EMOCIONAL
  • Estrategias de autocontrol emocional.
  • Expresión adecuada de emociones (decirles qué se puede hacer con su enfado, con su miedo, etc.).
  • Tolerancia a la frustración (no todo lo controlan en la vida).
  • Control de estrés y ansiedad (técnicas de relajación, mindfulness, etc.).
  • Capacidad para generar emociones positivas (vos podés cambiar el mundo; ¿qué podés hacer vos para mejorar el mundo?).
AUTONOMÍA EMOCIONAL
  • Autoestima.
  • Automotivación.
  • Esfuerzo y persistencia.
  • Actitud positiva y optimismo.
  • Responsabilidad.
  • Resiliencia (vos tenés recursos para salir adelante).
COMPETENCIA SOCIAL
(heartfulness)
  • Comunicación y escucha.
  • Empatía (de aquí nace la educación en valores).
  • Asertividad.
  • Prevención y solución de conflictos (no decir todo lo que pienso ni todo lo que siento. Clamarse. Parar. Hablar).
  • Comportamientos prosociales y cooperativos.
HABILIDADES DE VIDA Y BIENESTAR
  • Fijarse metas y objetivos realistas.
  • Toma de decisiones (que aprendan a elegir).
  • Saber buscar ayuda y recursos.
  • Bienestar subjetivo (técnicas de autocuidado personal de los docentes, de otra manera no podes brindárselo a los chicos).
  • Capacidad de generar experiencias óptimas (fluir).
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