La Poesía en el jardín de infantes. Propuestas didácticas y antología
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es jugar con las palabras
como se juega con la pelota, el barrilete, el trompo.
Solo que
la pelota, el barrilete, el trompo
de tanto jugar
se gastan.
Las palabras no:
cuanto más se juega
con ellas
más nuevas quedan.
Como el agua del río
que es agua siempre nueva.
Como cada día
que es siempre un nuevo día.
¿Jugamos a la poesía?
Este libro invita al docente a reflexionar sobre la importancia de la presencia de la poesía en la primera infancia y a revisar y revalorizar su lugar como mediador entre los textos poéticos y los niños. Presenta definiciones de poesía para niños y conceptos clave vinculados con ella, también, ejemplos variados de poemas.
Se busca con ello que el docente se involucre con el tema desde una dimensión sensible, pero también reflexiva que lo acerque a conocer qué es lo que se considera poesía para los más pequeños y cuáles son las características específicas del lenguaje poético en este tipo de textos. Estos conocimientos serán el sustento para seleccionar poemas de calidad literaria que podrá ofrecer a sus alumnos.
Es nuestra intención invitarlos a renovar la mirada sobre el universo poético, a reflexionar acerca de la importancia de la poesía en la primera infancia, a elegir poemas para los chicos, a decirlos con entusiasmo, a jugar con las palabras, a probar, a cambiar, a compartir con ellos una experiencia estética irremplazable.
Esperamos que el recorrido por estas páginas contribuya a enriquecer alternativas en la tarea cotidiana, encienda muchas ganas de renovarse y, fundamentalmente, les permita encontrar los caminos más creativos para garantizar a sus alumnos el derecho a disfrutar de la poesía.
La poesía en la primera infancia
Si valoramos la sensibilidad sobre la habilidad, si queremos formar seres lo menos maleables posible a las presiones de una sociedad enloquecida, podemos empezar a hablar de poesía y Jardín de infantes (Maria Elena Walsh: 1976).
¿Qué ocurre con los niños y la poesía?
¿Qué es lo que la poesía puede brindar, propiciar, generar en ellos?
Resulta indispensable escuchar lo que, al respecto, nos aporta nuestra querida y siempre recordada María Elena Walsh (1976):
El Jardín recibe a los niños en la edad en que parecen más libres y dispuestos a aceptar y asimilar un sentimiento poético de la vida. Para no destruirlo, sería importante que el maestro desterrara de su mente el prejuicio de que la poesía es aplicable o alusiva a temas escolares. La poesía no alude más que a sí misma, sopla donde quiere y es preferible que no forme parte del temario sino del recreo, que se integre más en el juego que en la instrucción.
En esta breve cita, la prestigiosa autora aporta dos cuestiones fundamentales: la mención del sentimiento poético, que remite al sentido poético ——concepto central sobre el que volveremos luego— que los niños pueden percibir tan tempranamente, y destaca la importancia del lugar del docente como mediador, que puede favorecer u obstaculizar ese proceso.
Pese a que muchos años han pasado desde que María Elena Walsh expresara sus ideas en la conferencia mencionada, creemos que todas sus aseveraciones continúan vigentes.
[...]
Una secuencia de poesías disparatadas de María Elena Walsh
Contenidos:
- Escuchar poemas de María Elena Walsh, leídos o dichos.
- Conocer algunos datos biográficos sobre la autora.
- Conversar con los compañeros y el docente sobre los efectos que los textos disparatados producen.
- Elegir poemas que quieren volver a escuchar.
Materiales:
- Una caja grande con una foto de María Elena Walsh en su tapa.
- Tarjetones con fotos de animales y del otro lado una poesía referente a ese animal, como las siguientes:
que parezca de lejos un mosquito,
que se pueda hacer upa
y mirarlo con lupa,
debe de ser un Hipopotamito.»
«Si cualquier día vemos una Foca
que junta mariposas con la boca,
que fuma y habla sola
y escribe con la cola,
llamemos al doctor: la Foca es loca.»
«Hace tiempo que tengo una gran duda:
Hay una Vaca que jamás saluda:
le hablo y no contesta.
Pues bien, la duda es esta:
¿Será mal educada o será muda?»
No parece que fueran argentinos.
¿Por qué, por qué será
que no usan chiripá
ni poncho ni alpargatas los Pingüinos?»
La memorización de poemas
Nos interesa destacar la idea de que memorizar una poesía es, de algún modo, atesorarla, hacerla propia. Poseer esa única y singular combinación de palabras, llevarla con nosotros, tenerla a disposición para recordarla, decirla, regalarla cuando lo deseemos. (Zaina: 2009).