La Poesía en el jardín de infantes. Propuestas didácticas y antología

La Poesía en el jardín de infantes. Propuestas didácticas y antología

Poesía
es jugar con las palabras
como se juega con la pelota, el barrilete, el trompo.
Solo que
la pelota, el barrilete, el trompo
de tanto jugar
se gastan.
Las palabras no:
cuanto más se juega
con ellas
más nuevas quedan.
Como el agua del río
que es agua siempre nueva.
Como cada día
que es siempre un nuevo día.
¿Jugamos a la poesía?
José Paulo Paes
(traducción propia del portugués)


Este libro invita al docente a reflexionar sobre la importancia de la presencia de la poesía en la primera infancia y a revisar y revalorizar su lugar como mediador entre los textos poéticos y los niños. Presenta definiciones de poesía para niños y conceptos clave vinculados con ella, también, ejemplos variados de poemas.

Se busca con ello que el docente se involucre con el tema desde una dimensión sensible, pero también reflexiva que lo acerque a conocer qué es lo que se considera poesía para los más pequeños y cuáles son las características específicas del lenguaje poético en este tipo de textos. Estos conocimientos serán el sustento para seleccionar poemas de calidad literaria que podrá ofrecer a sus alumnos.

Es nuestra intención invitarlos a renovar la mirada sobre el universo poético, a reflexionar acerca de la importancia de la poesía en la primera infancia, a elegir poemas para los chicos, a decirlos con entusiasmo, a jugar con las palabras, a probar, a cambiar, a compartir con ellos una experiencia estética irremplazable.

Esperamos que el recorrido por estas páginas contribuya a enriquecer alternativas en la tarea cotidiana, encienda muchas ganas de renovarse y, fundamentalmente, les permita encontrar los caminos más creativos para garantizar a sus alumnos el derecho a disfrutar de la poesía.

La poesía en la primera infancia

Si valoramos la sensibilidad sobre la habilidad, si queremos formar seres lo menos maleables posible a las presiones de una sociedad enloquecida, podemos empezar a hablar de poesía y Jardín de infantes (Maria Elena Walsh: 1976).

¿Qué ocurre con los niños y la poesía?
¿Qué es lo que la poesía puede brindar, propiciar, generar en ellos?

Resulta indispensable escuchar lo que, al respecto, nos aporta nuestra querida y siempre recordada María Elena Walsh (1976):

El Jardín recibe a los niños en la edad en que parecen más libres y dispuestos a aceptar y asimilar un sentimiento poético de la vida. Para no destruirlo, sería importante que el maestro desterrara de su mente el prejuicio de que la poesía es aplicable o alusiva a temas escolares. La poesía no alude más que a sí misma, sopla donde quiere y es preferible que no forme parte del temario sino del recreo, que se integre más en el juego que en la instrucción.

En esta breve cita, la prestigiosa autora aporta dos cuestiones fundamentales: la mención del sentimiento poético, que remite al sentido poético ——concepto central sobre el que volveremos luego— que los niños pueden percibir tan tempranamente, y destaca la importancia del lugar del docente como mediador, que puede favorecer u obstaculizar ese proceso.

Pese a que muchos años han pasado desde que María Elena Walsh expresara sus ideas en la conferencia mencionada, creemos que todas sus aseveraciones continúan vigentes.

[...]

Una secuencia de poesías disparatadas de María Elena Walsh

Contenidos:

  • Escuchar poemas de María Elena Walsh, leídos o dichos.
  • Conocer algunos datos biográficos sobre la autora.
  • Conversar con los compañeros y el docente sobre los efectos que los textos disparatados producen.
  • Elegir poemas que quieren volver a escuchar.

Materiales:

  • Una caja grande con una foto de María Elena Walsh en su tapa.
  • Tarjetones con fotos de animales y del otro lado una poesía referente a ese animal, como las siguientes:
«Un Hipopótamo tan chiquitito
que parezca de lejos un mosquito,
que se pueda hacer upa
y mirarlo con lupa,
debe de ser un Hipopotamito.»

«Si cualquier día vemos una Foca
que junta mariposas con la boca,
que fuma y habla sola
y escribe con la cola,
llamemos al doctor: la Foca es loca.»

«Hace tiempo que tengo una gran duda:
Hay una Vaca que jamás saluda:
le hablo y no contesta.
Pues bien, la duda es esta:
¿Será mal educada o será muda?»
«Siempre de frac y con zapatos finos,
No parece que fueran argentinos.
¿Por qué, por qué será
que no usan chiripá
ni poncho ni alpargatas los Pingüinos?»
Para la buena implementación de este plan cada actividad debe reiterarse al menos dos veces en días distintos antes de implementar la siguiente.
Actividad 1
La docente muestra a los niños la caja de poesías y les dice que allí adentro hay hermosas y divertidas poesías para conocer.
Pregunta si saben quién es la mujer de la foto y les cuenta algunos datos sobre ella. Luego muy lúdicamente espía la caja y pide a un niño en particular que venga a sacar de a uno los tarjetones que hay adentro. Cada vez que el niño le entrega uno la maestra muestra la foto que tiene el tarjetón y pregunta: ¿de qué tratará esta poesía?, ¿qué dirá? Luego la lee con mucha expresividad y conversan acerca de lo que dice el texto, si los hace reír y por qué.
Repite lo mismo con otras tarjetas de la caja.
Luego pide al niño que la ayudaba que guarde las tarjetas en la caja, y les dice que otro día volverán a jugar con esas divertidas poesías, mientras guarda la caja.
Actividad 2
La docente muestra a los niños la misma caja de poesías y les pregunta si recuerdan qué hay en ella. Luego pregunta si recuerdan quién es la mujer de la foto y repasan algunos datos sobre ella. Les dice que en esta ocasión llamará a varios niños para que encuentren en la caja la poesía que ella desea leer. Posteriormente llamará a algunos niños por su nombre y les pedirá, por ejemplo: «¿Me podrías dar la poesía de los pingüinos?».
Luego intercambiará con todo el grupo acerca de si la tarjeta que el niño le entregó es la que ella solicita. Pedirá a los niños que recuerden de qué habla esta poesía y luego la leerá en forma muy expresiva. Repite lo mismo con otras tarjetas de la caja.
Para finalizar les dice que otro día volverán a jugar con esas divertidas poesías mientras guarda la caja a la vista de los niños.
Actividad 3
La docente muestra a los niños la misma caja de poesías y les pregunta si recuerdan qué hay en ella. Luego pregunta si recuerdan quién es la mujer de la foto y repasan algunos datos. Les comenta que en la propuesta de hoy ella designará algún niño en particular para que se acerque y le diga, al oído a modo de secreto cuál poesía quiere que ella lea.
Luego la docente hará lo que el niño le dijo y el resto del grupo deberá darse cuenta de qué fue lo que el niño solicitó. Posteriormente la docente volverá a leer muy expresivamente la poesía, pidiendo a todo el grupo que la ayuden a decirla.
Finalmente les dice que otro día volverán a jugar con esas divertidas poesías mientras guarda la caja.
Como es factible observar en esta propuesta, la docente hace un recorte del universo poético a disposición: se centra en una autora en particular, y selecciona, dentro de sus poemas, algunos disparatados (que, además, desde su estructura externa son limericks).
Esto se refleja en los contenidos, que formulan con mayor precisión aquello que va a enseñar.
Resulta interesante la selección de materiales y su uso, ya que la foto de la autora familiariza a los niños con ella y permite introducir datos biográficos relevantes. Los tarjetones favorecen el reencuentro con los poemas y la elección de los que quieren volver a escuchar.

La memorización de poemas

Resulta fácilmente comprobable que la antigua práctica de aprender de memoria un poema parece casi desterrada en la escuela de hoy, quizás como respuesta a algunos usos inadecuados que se hiciera de ella en otros tiempos.
Nos interesa destacar la idea de que memorizar una poesía es, de algún modo, atesorarla, hacerla propia. Poseer esa única y singular combinación de palabras, llevarla con nosotros, tenerla a disposición para recordarla, decirla, regalarla cuando lo deseemos. (Zaina: 2009).
En el sentido de las afirmaciones anteriores, nos interesa destacar que, así como es importante que el docente tenga su propio repertorio de poemas memorizados para brindar a los niños en diversas oportunidades, es también muy valioso ofrecer a los niños la posibilidad de aprender de memoria algunos de los poemas que escuchen a lo largo del año.
Esto no deberá ser, en modo alguno, una imposición del docente, sino una invitación a saber la poesía, a hacerla propia, que se centrará básicamente en las preferencias que los niños manifiesten.
El docente reiterará enteramente el poema y los niños se irán sumando, cada cual a su propio ritmo, diciendo las palabras o segmentos que recuerden más, hasta completar el aprendizaje de todo el poema.
Recomendamos comenzar estas experiencias de memorización con poemas breves, para pasar luego al aprendizaje de otros más extensos. En todos los casos, habrá de considerarse que la actividad resulte placentera para el grupo, por lo cual se suspenderá momentáneamente si el interés decae, para invitarlos a continuar en otra oportunidad.
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