«¿Qué cambios llegaron para quedarse en la educación inicial?» Acerca de las ideas y conceptos brindados por Ruth Harf en una charla reciente

«¿Qué cambios llegaron para quedarse en la educación inicial?» Acerca de las ideas y conceptos brindados por Ruth Harf en una charla reciente

 Artículo de la sección REDESCUBRIR EL ROL por la autora  JOSEFINA CAPONI en la revista Didáctica Inicial, setiembre 2020.

«¿Qué cambios llegaron para quedarse en la educación inicial?»  Acerca de las ideas y conceptos brindados por Ruth Harf en una charla reciente

«De todo, quedaron tres cosas»
la certeza de que estaba siempre comenzando,
la certeza de que había que seguir
y la certeza de que sería interrumpido
antes de terminar.
Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente, de la búsqueda,
...un encuentro

Con este maravilloso poema del portugués Fernando Pessoa, la prestigiosa pedagoga Ruth Harf cerró una interesante conferencia que brindo hace unos días en relación con el especial momento educativo que nos toca transitar.

El aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado desde la aparición del SARS-CoV-2, ha interpelado el sistema educativo a pocos días de haber comenzado el ciclo lectivo, cerrando físicamente los edificios, interrumpiendo rutinas, transformando y pensando en los modos de enseñar y aprender; y entre errores y aciertos, certezas y dudas, lo único que siempre tuvimos claro los educadores, una vez más, como tantas veces en la historia, era que había que seguir haciendo escuela.

Ante esta emergencia sanitaria, todas las instituciones educativas pusieron en práctica planes de continuidad pedagógica para sus estudiantes utilizando diferentes modalidades y recursos, pero, focalizando nuestro interés en lo que paso en el Nivel Inicial, que contempla el Jardín Maternal y los Jardines de Infantes, se pudo observar el uso de entornos virtuales (zoom, whastapp, jitsi, canales de youtube, videollamadas) no solo para hacer llegar propuestas a los niños, sino para sostener el cuidado y el fortalecimiento de los vínculos con ellos y sus familias.

El uso de entornos virtuales, de contenidos digitales y la disponibilidad de conexión se hicieron fuertemente presentes en este tiempo y por ello se abre la pregunta frente a estas nuevas tecnologías implementadas y el futuro del nivel inicial «¿esta virtualidad llego para quedarse entre las propuestas para la educación infantil?».

De hecho, en algunos países como Uruguay, el regreso a las clases combina presencialidad con virtualidad. O sea, que aun regresando a las aulas, las modalidades parecen ser mixtas de aquí en adelante y por mucho tiempo.

En búsqueda de respuestas a todas estas inquietudes participé de la mencionada charla que Ruth Harf brindó por las redes, en esta pude encontrar una serie de ideas y fundamentos que considero vale la pena compartir.

Ante todo considero sumamente interesante rescatar el análisis de Harf respecto de los protagonistas de este momento, docentes y niños y las variables de contexto, espacio y tiempos.

En este sentido comentó: «Cuando me pongo a pensar en el educador, lo primero que hago es pensar en los dos protagonistas: el sujeto de la educación en y con familia y el sujeto de la situación educativa, donde incluyo al docente, al directivo, al inspector, a todos, los que están en esta situación».

Los tiempos en la escuela, donde tengo a todos mis sujetos «bien sujetaditos» en un mismo tiempo, tiempo sincrónico. Hoy el tiempo es asincrónico, lo que significa que muchas de las ofertas que les hacemos a los chicos deben tener en cuenta que ahora no pueden entenderte, escucharte y participar en el mismo momento; y respecto al lugar, también es diferente, esos sujetos, en y con familia, en tiempos asincrónicos, en lugares que no son la escuela.

Todo esto crea una situación que es diferente.»

Ruth Harf, con una mirada profunda y con su experiencia profesional dijo: «El futuro no se nos viene, el futuro lo construimos nosotros; por lo tanto, lo que quede o no quede, va a depender de la reflexión que hagamos acerca de su valor, de lo que nos sirvió y de lo que no, de lo que nos dé la oportunidad para seguir construyendo colectivamente esa escuela que soñamos.»

Esta idea potente me hace pensar que estamos haciendo el día a día escuela y pedagogía en una emergencia, por eso es importante e interesante registrar y analizar todo lo que va sucediendo en el proceso:

› ¿cómo?,
› ¿entre quiénes?,
› ¿con qué fines?,
› ¿bajo qué circunstancias?

Creo que los maestros nos debemos hacer estas preguntas para poder mejorar y cambiar, y para poder pensar juntos en una nueva pedagogía producto de las diferentes prácticas que fueron dando resultado. Todos esos registros, esa evaluación, es la que nos va marcando el camino en medio de la incertidumbre y del andar sin precedentes.

Por eso Ruth Harf remarcó la necesidad de que los educadores realicen estos registros: «Informa pero no hagas informe; el informe tiene que ver con el formato; en cambio registrar, narrar, contar, relatar, eso sí es importante para ver que de lo que está pasando vale la pena conservar».

Hoy la evaluación no tiene que ver tanto con el «cómo aprendieron los niños», sino con la enseñanza, con esas propuestas enviadas, con cómo llegaron estas a nuestros estudiantes y qué impacto en esa comunidad tuvo, entendiendo que de esta pandemia vivida como momento excepcional se puede construir saber pedagógico y didáctico para poner en valor las experiencias que estamos transitando y las que se vendrán.

Respecto de los diferentes planes de continuidad pedagógica que fueron surgiendo producto de acuerdos entre supervisores, directivos y docentes de las distintas instituciones, desde el nivel inicial se puso el acento en propuestas de juego, de lenguajes artísticos, practicas del lenguaje (en especial el lenguaje oral), matemáticas y ESI, pretendiendo además que las actividades sean un apoyo para la propia organización familiar, pensando en las dificultades que estaban transitando, en los tiempos y en las posibilidades de cada una de ellas.

Ruth Harf hace un análisis de esto, nos dice y se cuestiona varios términos utilizados hoy en día: «Hay que entender que los chicos, tengan la edad que tengan, están en espacios distintos, en tiempos distintos y con personas distintas, que no son las de la escuela…» cuestionó los términos mandar; cuando alguien me manda hay una relación de asimetría y sometimiento.

Y deberes, la palabra deber, viene de lo que debo, ni de lo que puedo, ni de lo que quiero, de lo que debo; y hoy tenemos que pensar en propuestas de actividades, que en lo posible involucren a las familias sin usarlos de maestros suplentes…

No necesito que todo el grupo familiar haga actividades propias de tal edad, de tal otra y de tal otra, puedo proponer huerta en la que involucro al grupo familiar desde lo suyo, puedo escuchar la propuesta de ellos.

Por ultimo quisiera mencionar su apreciación sobre el cuidado para los docentes en este momento, clave para poder seguir haciendo escuela.

«Los docentes están atravesando estados afectivos de angustia, ansiedad, tristeza y la mayor parte de esos sentimientos, vienen por varias cuestiones; una de ellas es por intentar trasladar de una forma casi matemática, lo que hacían en la escuela, a lo que pasa en la casa, cuando tenemos que entender que la casa no es la escuela… y nos debemos pensar diferente».

Otra cuestión es que los docentes perciben 3 tipos de demandas:

› la de las familias;
› de sus autoridades;

› la demanda que uno siente desde adentro, pensando que debe cumplir con su rol docente, pero sin darse cuenta, que cumplir con el rol docente, en una situación distinta, en un espacio distinto, en un tiempo diferente, también requiere pensar, analizar y seguir buscando qué priorizar.

Es momento de respirar un poco, de fortalecer valores como cooperación y trabajo en equipo, y poner en primer lugar la necesidad de construir de verdad, una necesidad del cuidado, con 3 cuidados,

› yo cuido al otro,
› yo necesito que me cuiden a mí
› y yo me tengo que cuidar a mí.

A modo de conclusión

Estamos a travesando un tiempo, donde nuevos desafíos se nos presentan y se nos hace clave y necesario establecer criterios para organizarnos y poder transitarlo de la mejor manera; haciendo disponibles las propuesta para todos los niños y niñas, garantizando el derecho a la educación.

Para esto, debemos pensar en todas las alternativas que tengamos, sean desde la virtualidad o a través del acercamiento de propuestas en formato papel, para que todos los niños participen y puedan aprender.

Estas nuevas alternativas tendrán temporalidades asincrónicas y múltiples, ya que nos encontramos viviendo en otros espacios (nuestros hogares) y otros tiempos (el de las familias), sin embargo hay cuestiones que no cambian y a las que hay que seguir apostando, como son el trabajo en equipo, el cuidado del otro, y mantener vivo el deseo de estar juntas, de participar y de ser reconocidos.

Todo esto se logra con amor y el nivel inicial siempre se caracterizó por tener como irrenunciable al amor, pero hoy, ese amor tienen que crecer más que nunca para seguir manteniendo viva la llama de los Jardines de Infantes y acompañe a cada niño y niña en este momento diferente que estamos transitando.

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Bibliografía

  • «La enseñanza y la evolución en el nivel inicial en el marco de la continuidad pedagógica» En Circular Técnica N.º 2/2020, Dirección Provincial de Educación inicial. La plata, Mayo 2020.
  • Ruth Harf charla con Fabrizio Origlio en el Instagram: @charlaoriglio

 

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JOSEFINA CAPONI
Profesora de educación inicial. Actualmente se desempeña como directora de un jardín de infantes público de la ciudad de Saladillo en Argentina. Ha colaborado con otros artículos en esta misma revista.

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