Cuatro ideas para espacios lúdicos en el jardín de infantes

Valeria Soca fue la encargada de realizar el artículo «Cuatro ideas para espacios lúdicos en el jardín de infantes» que se encuentra en la revista Didáctica Inicial N.º 35

En los últimos tiempos se ha hablado mucho de la importancia de los espacios como promotores de aprendizaje en el contexto cotidiano de los jardines de infantes.

Si bien, esto pudo resultar novedoso, la educación inicial siempre puso su mirada en la espacialidad.

De hecho, los rincones o juego-trabajo fueron un antecedente valioso. Recordemos que dicha metodología de trabajo, implicaba sectorizar la sala con propuestas en distintas zonas. Aunque es importante también mencionar que el juego-trabajo tenía una serie de pasos o normas estandarizadas que hacían a su buen uso y funcionamiento. Hoy, muchos años después y ya en el siglo xxi, pensar, mirar y reacondicionar la espacialidad del jardín sigue siendo un desafío para la oferta de calidad educativa para las infancias.

En este sentido, aparecen nuevas denominaciones como escenarios lúdicos, espacios lúdicos, territorios o instalaciones. Este último, ligado al trabajo del español Javier Abad Molina. Más allá de las denominaciones y definiciones, parece haber un acuerdo en que la organización y movimiento del espacio con intencionalidad docente favorece propuestas ligadas a la exploración, el juego y lo lúdico. Entendemos que estas propuesta deben estar siempre enmarcadas en un plan con continuidad en el cual el equipo docente y sus directivos, apuestan a la mirada delos espacios institucionales en pos de favorecer ciertas adquisiciones.

Sabemos que reacondicionar los espacio y reorganizar los ámbitos cotidianos no es tarea sencilla y requiere de un trabajo pensado y llevado a cabo en equipo. Sostenemos fuertemente que este trabajo vale la pena sobre todo cuando está considerado en el marco de una serie de acciones sistemáticas, o sea no como cuestión esporádica, o en el marco de un festejo puntual lo cual resultaría más similar a un entretenimiento que a una propuesta educativa. Dicho todo esto, entendemos que no es lo mismo armar un espacio similar a un supermercado o a una panadería, que armar un espacio cuyos elementos si bien pueden sugerir acciones, no necesariamente remiten a un espacio social identificable.

En este artículo justamente, presentamos este tipo de espacios, cuyos materiales, objetos y diseños no intentan reproducir cuestiones de la realidad social, lo cual si bien es sumamente valioso, no es esto lo que se busca en estas propuestas. De todos modos será el docente el que pueda optar por cuales materiales colocar, ir quitando o agregando, según el proceso grupal y las mismas intervenciones que se irán realizando para enriquecer el encuentro de las infancias con estos ámbitos espacialmente diseñados.

Por esta razón, los llamamos espacios o escenarios lúdicos, lo que de ningún modo implica una amplitud tal en el que se puede hacer cualquier cosa, sino que abre puertas y opciones a un docente que acompaña con una intencionalidad y una mirada clara hacia contenidos ligados al juego, o la expresión corporal, o al conocimiento físico, o la educación emocional según su intencionalidad y su recorte curricular.

¿Dónde podemos armar estos espacios?

Cuando hablamos y pensamos en el armado de estos espacios, solemos situarlos y proyectarlos en las salas; sin embargo, creemos fuertemente que debemos poner a disposición y habitar otros lugares de nuestros jardines de infantes, en la medida en que sea posible. Salir de la sala y pensar nuestras propuestas en el hall, en el patio, en el salón de música, en un gimnasio, en el salón de usos múltiples, o en un parque que esté cercano en el barrio del jardín de infantes, abre y da otras posibilidades espaciales y para el aprendizaje y para el juego.

Las ideas que aquí propondremos se pueden adaptar y realizar en cualquier espacio del jardín, tanto en espacios abiertos como cerrados.

Idea 1: Espacio lúdico de lo volátil y liviano La idea de este espacio lúdico es colocar todo tipo de objetos que permitan fácilmente acciones de volatilidad o ejecuciones ligadas a la liviandad. Entonces, sugerimos distribuir los siguientes materiales con amplitud: globos poco inflados; retazos de tul; retazos de otras telas con buen vuelo o liviandad; pequeñas estructuras de telgopor; cintas de papel de variados colores; pequeños recortes de flotadores de espuma; bollos de papel encintado; pequeños muñecos de peluche; pequeñas almohadas.

 

Idea 2: Espacio entrecruzado y de obstáculos La idea de este espacio es fragmentar, obstaculizar o seccionar el espacio a modo de que resulte dificultoso pasar o trasladarse teniendo que recurrir a habilidades y acciones corporales específicas. Pero también poder imaginar recorridos, zonas, cabañas o casas, o pequeños refugios. Entonces colocaremos en un espacio amplio: cintas o sogas que vayan de pared a pared; conos (similares a los que se usan en tránsito o estacionamiento); vallas tipo las que sectorizan o regulan entradas o salidas; sillas envueltas en papel o telas a modo de grandes obstáculos o unidas a modo de pequeños muros; sogas que sostengan grandes telas tipo sabanas o manteles con broches a modo de marcar pasajes o zonas de ocultamiento; colchonetas, rampas o cualquier elemento conocido como plaza blanda.

 

Idea 3: Espacio de juguetes En este caso, la idea es colocar estratégicamente repartidos en un espacio amplio grandes canastos o cajas de gran tamaño donde haya diferentes tipos de juguetes, marcando distintos recorridos entre las cajas que sugieran la idea de ir o venir entre ellas, pudiendo tomar el material que se desea. Aquí colocaremos: Cajas o canastos con muñecos; Cajas y canastos con mazos de cartas; Cajas o canastos con autitos plásticos y de otros materiales; Cajas o canastos con distintos objetos para juego dramáticos, como vasos, platos, cucharas, de descarte o de juguete. Cajas o canastos con pelotas de distintos tipos y tamaños (inflables, de peloteros, de tenis). Cajas o canastos con distintos juguetes como sogas, trompos, cubo mágico, balero, yo-yo.

 

Idea 4: Espacio lúdico de personajes y caracterización En este espacio, proponemos poner a disposición diferentes tipos de ropa, sombreros, espejos y accesorios para que los estudiantes puedan tomar y combinar los elementos que desean según los roles o situaciones que quieran asumir. Cajas o grandes canastos con ropas y disfraces; Cajas o grandes canastos con peines, cepillos de pelo, bandanas, coleros, vinchas; Cajas o grandes canastos con maquillajes, pinturas. Cajas o grandes canastos con telas y retazos. Cajas o grandes canastos con cinturones, pulseras collares.

 

Conclusión

Sera importante que cada docente pueda pensar cuál es el espacio que resultaría más favorecedor a su grupo teniendo en cuenta las características y contextos de su institución. A veces ocurre que no se cuenta con espacios alternativos o estos están permanentemente ocupados con otras actividades o grupos. En este caso sugerimos que —con la ayuda de alguien del equipo directivo, o maestros auxiliares o celadores— se pueda rápidamente movilizar la sala y reacondicionar el espacio para que durante un tiempo sea el mismo ámbito del aula el que resulte un otro espacio posible y movilizador a la exploración y a lo lúdico.

Las ideas que aquí expusimos son solo una posibilidad ligada a algunos recortes específicos, pero pensamos que pueden funcionar como disparadores para otros que los maestros puedan crear estratégicamente considerando las características particulares de las infancias con las que trabajan.

-------------------------------------------------------------------

Bibliografía

Origlio, F. (2017) La enseñanza del juego y los espacios
lúdicos en la educación inicial. Puerto Creativo.

-------------------------------------------------------------------

VALERIA SOCA

Profesora de educación inicial. Se desempeña como directora de jardín y
formadora de docentes en la ciudad de Montevideo, Uruguay.

-------------------------------------------------------------------